Miedos: oscuridad, quedarse solo, exámenes…
A lo largo del desarrollo, niños y niñas presentan miedos que son características de su etapa evolutiva. Algunos de los más característicos son los siguientes:
· Hasta los 6 meses: miedo a perder la base o equiibrio; miedo a los ruidos fuertes, intensos o desconocidos.
· Desde los 6 meses a los 2 años: miedo a los desconocidos o situaciones desconocidas, a las alturas y ansiedad por separación.
· De los 2 a los 6 años: miedo a la oscuridad, a los ruidos fuertes (fenómenos meteorológicos), a los animales y a los seres imaginarios.
· De los 6 a los 9 años: va apareciendo un mayor realismo y se van desvaneciendo los miedos a lo imaginario. Aparece el miedo al daño físico, al ridículo y a la desaprobación social.
· De los 9 a los 12 años: a la muerte, al abandono, al fracaso, a las relaciones sociales, a las críticas, a la separación o al divorcio de sus progenitores, miedos relacionados con su autoimagen y el rendimiento escolar.
En caso de que estos miedos estén presentes, como cuidadores deberemos acompañarle y darles seguridad para que nuestros hijos e hijas lo vayan superando poco a poco. Es el momento de revisar qué pasa cuando el miedo se vuelve muy intenso, no se observan avances o porque no es propio de su etapa o simplemente, porque nos genera preocupación. En cualquiera de estos casos te recomendamos contactar con un profesional para que resuelva vuestras dudas y os oriente.
En terapia podemos ayudar a las y los más pequeños a adquirir herramientas que les ayuden a afrontar y superar sus miedos identificando el origen de los mismos.
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