Dependencia emocional
Seguro que has oído hablar de la dependencia emocional: es un concepto muy escuchado en la actualidad y que se trabaja de forma habitual en terapia. Implica un patrón de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de manera desadaptativa con otra persona, desarrollando comportamientos de tipo adictivo hacia ella. Es la imposibilidad de romper un vínculo, pese a que éste nos haga daño.
Si bien se suele hablar más de dependencia emocional a nivel de pareja, puede desarrollarse en distintos tipos de relaciones: entre padres e hijos, hermanas, amigos…
Si sientes que no puedes despegarte, te cuesta tomar decisiones sin esta persona y tu mundo gira en torno a satisfacer y vincularte a ella, puedes estar en una relación dependiente.
¿Cómo identificar la dependencia emocional?
Estos son algunos de los indicadores que te pueden ayudar a identificar una relación dependiente:
- Obsesión por la persona: se necesita saber dónde está, qué hace y comunicarse con el otro a cada momento.
- Complacencia: se muestra un amor desmedido por la otra persona, intentando complacerla en todo momento. No se saben poner límites.
- Idealización: no se ve o cuesta ver algo negativo en la otra persona.
- Miedo exagerado a la separación o el abandono: esto hace que cada discusión se viva con gran miedo e intensidad y los momentos de reconciliación supongan un subidón que incrementa la dependencia emocional.
- Sufrimiento: la mayor parte del tiempo. Aunque existen momentos felices, estos van disminuyendo ya que se ha depositado la responsabilidad del propio bienestar en el otro y, aunque se sea consciente de ello, nos sentimos incapaces de salir de la relación.
¿Cómo podemos ayudarte?
El primer paso es identificar qué está pasando y abordarlo a partir de la historia y fortalezas de la persona.
Una baja autoestima suele ser un factor fundamental a la hora de desarrollar relaciones dependientes. Las personas con una baja autoestima tienen una mala imagen de sí mismas y de sus capacidades, mostrándose muy críticas consigo mismas y con su forma de ser, hasta el punto de autoculparse por el menosprecio que puedan recibir en sus relaciones.
El miedo a la soledad es otro importante factor a tener en cuenta. La persona no concibe estar sola.
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